LÁCTEOS Y HUEVOS

Los productos lácteos se consideran esenciales en la alimentación. Son la principal fuente de calcio, además contienen proteínas de muy buena calidad, grasas y vitaminas A,B y D.

El consumo de leche se recomienda en la alimentación diaria, especialmente para niños, adolecentes, madres embarazadas y lactantes. De acuerdo con los distintos procedimientos que se empleen, se pueden separar sus componentes, dando lugar a los siguientes derivados: leche puede añadirse a las bebidas del desayuno, a las sopas, salsa, carnes, postres, entre otros. Su fácil utilización, su buen sabor y sus cualidades nutritivas la convierten en uno de los alimentos más importantes y completos.

El queso es un derivado de la leche, concentrado a través de la coagulación y la eliminación de la parte liquida (suero). En términos generales los quesos se clasifican en frescos, fundidos y maduros.

El queso debe ser protegido de sus dos principales enemigos; el aire y la luz. Por esta razón solo debe retirarse de la nevera la Proción que se va a consumir, conservando la parte no utilizada envuelta en su embalaje original  y cubiertas con plástico  o papel de aluminio. Si un queso maduro se reseca puede emplearlo rallado en lugar del parmesano como condimento o para gratinar.

Además de su extraordinario valor nutritivo, los quesos nos brindan una gran diversidad de sabores, aromas y texturas, fuente evidente de placeres gastronómicos.

El yogur es leche acidificada por una especie microbiana determinada, introducida después de la pasteurización o de la ebullición. Es una alimento adecuado para todas las edades y se digiere con mucha facilidad.

El importante valor nutricional del huevo, así como sus propiedades físicas, hacen que este alimento sea de gran utilidad en la culinaria. Tiene propiedades excelentes para espesar líquidos e incorporar aire a las preparaciones.

Es un alimento de unión que permite ligar sólidos y emulsionar grasas. Los huevos deben guardarse en un lugar fresco o en la parte menos fría de la nevera, con los extremos puntiagudos hacia abajo. Su cascara porosa puede absorber  olores, por lo que conviene mantenerlos apartados de alimentos de olor fuerte: cebollas, pescados, ajos.

La riqueza nutritiva de los huevos es comparable con la carne y pescados.